Durante más de un siglo, nuestra movilidad ha dependido completamente del petróleo y del motor de combustión interna. De los casi 1000 millones de coches, camiones y demás vehículos que circulan por nuestro planeta, más del 90% consumen para su accionamiento derivados del petróleo. Pero no hay que olvidar el progresivo agotamiento de este recurso y su encarecimiento, así como los denominados costes externos vinculados a los impactos sobre el medio ambiente y sobre la salud.

El vehículo eléctrico permitirá disminuir la dependencia energética del petróleo y reducir las emisiones de CO₂ y de otros gases de efecto invernadero, ya que la movilidad eléctrica favorecerá el consumo de energías autóctonas, especialmente las procedentes de fuentes renovables, como la eólica. Asimismo, ayudará a mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades y a disminuir incluso la contaminación acústica.

Así pues, el desarrollo del vehículo eléctrico supone, por un lado, una oportunidad energética pues se mejorará la eficiencia global del sistema eléctrico y disminuirá nuestra dependencia energética del exterior; por otro lado, una oportunidad medioambiental, al permitir reducir las emisiones de gases contaminantes y de ruidos y, finalmente, una oportunidad tecnológica, al desarrollarse una nueva industria auxiliar del automóvil, nuevos servicios y el impulso a las redes eléctricas inteligentes y en definitiva a la innovación.

Con la celebración de este Foro se pretende disponer de un punto de encuentro y debate para analizar las tendencias de futuro, las barreras y oportunidades tecnológicas y económicas que ofrece este nuevo modelo de movilidad.

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