La Comunidad de Madrid promueve la instalación de Válvulas con Cabezal Termostático
Se acaba de firmar el convenio por el que la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid, pone en marcha un nuevo plan renove, en este caso destinado a la promoción de la sustitución de las válvulas de accionamiento manual de los radiadores de las calefacciones individuales por válvulas con cabezal termostático. Este convenio sigue la línea de colaboración público – privada puesta en marcha con éxito en otros planes renove, de tal manera que los fabricantes de válvulas y cabezales contribuyen a sufragar el coste de la campaña de difusión y la asociación ASEFOSAM presta información técnica sobre el alcance de las actuaciones previstas en el plan a través de un número de teléfono puesto a disposición de los ciudadanos.
La Comunidad de Madrid es consciente de la necesidad de acometer actuaciones, como el plan que hoy se pone en marcha con la firma del convenio, encaminadas a la mejora de la eficiencia energética de los edificios existentes puesto que el 70% tienen una antigüedad de más de 10 años, y el 50% más de 30 años, con lo que en su construcción no se tuvieron en cuenta los requisitos en cuanto a eficiencia energética actuales. Estas construcciones, estructuralmente sólidas, permanecerán en el tiempo con lo que se hace necesario incentivar su adecuación a la nueva sensibilidad de ahorro y eficiencia energética.
El sistema de calefacción, de media, representa el 40% del consumo de energía de las edificios. Por este motivo, de las actuaciones que se pueden acometer en un edificio las que tienen mayor efecto sobre la reducción del consumo de energía son aquellas vinculadas a la reducción de la demanda de calefacción y la mejora de la eficiencia de estos sistemas.
Un ejemplo significativo de actuación de elevada eficacia con poca inversión es la instalación de válvulas con cabezal termostático en los radiadores. En la Comunidad de Madrid hay más de un millón de viviendas que cuentan como sistema de calefacción con una instalación formada por una caldera de gas con radiadores. De las instalaciones de calefacción de estas viviendas, más de 800.000 se ejecutaron antes de que fuera obligatorio dotar a los radiadores de válvulas con cabezal termostático, de manera que carecen de ellas, con lo que existe un potencial de ahorro por explotar muy importante.
El empleo de válvulas termostáticas incide directamente en la demanda de calefacción puesto que la válvula cierra o abre el paso de agua caliente al radiador según se alcance o se pierda la temperatura deseada en la habitación. De este modo, no se calientan las estancias más allá de lo deseado, puesto que aunque el termostato de la calefacción, generalmente situado en el salón, haga que la caldera se encienda, si en la habitación se desea una temperatura inferior la propia válvula procede al cierre del paso de agua caliente, sin que el usuario tenga que girarla para abrir o cerrar cada ver que desea hacerlo.
Además, combinada con el uso de calderas de condensación, mejora el rendimiento de la instalación puesto que permite que la caldera funcione con menor carga y que consiga de este modo aumentar su rendimiento.
Como complemento a lo anterior, es también una oportunidad de aprovechar la evolución tecnológica en el sector de los edificios de viviendas, que tradicionalmente se ha limitado a reproducir soluciones técnicas simples, de bajo coste pero al mismo tiempo de bajas prestaciones para el usuario. Sorprende que mientras que productos de mucho menor coste, como un coche, ofrecen muchas opciones de regulación del confort para sus usuarios (ej: climatizadores bizona) en la ejecución de las instalaciones de las viviendas no se ha invertido en tecnología, muy barata en relación con el coste final del producto, que mejore las prestaciones a sus usuarios.
Ejemplo de lo anterior serían los cabezales electrónicos de las válvulas termostáticas. Con estos dispositivos, de coste bajo, se puede gestionar el funcionamiento de la calefacción de las viviendas sin apenas esfuerzo. Así, es posible programar horarios en cada radiador, de manera que una habitación se pueda calentar, por ejemplo, al caer la tarde sin tener que cerrar el radiador de manera manual y sin tener que prescindir de la calefacción en el resto de la vivienda.
Del mismo modo, combinadas con sistemas de intercomunicación con el termostato que regula la calefacción, también se ofrecen soluciones a problemas de confort que con frecuencia se encuentran los ciudadanos. Gracias a estos sistemas se podría ordenar a la caldera encenderse cuando en una habitación se pierda la temperatura deseada (por ejemplo, en la que duerma un bebé) y al mismo mandar a las válvulas del resto de radiadores de la vivienda que permanezcan cerradas (salón, otras habitaciones, etc.) Además de esta mejora del confort, conlleva un importante ahorro energético puesto que sólo se calienta aquello que se quiere calentar.
Es importante recordar que el éxito de este tipo de actuación depende en gran medida de la calidad del producto que se instale y de la profesionalidad del agente que ejecute su instalación. Por ese motivo en el convenio sólo se contempla la promoción de válvulas y cabezales cuya eficiencia se encuentre certificada por entidades de reconocido prestigio. Además, se remarca la exigencia reglamentaria de contar para este tipo de actuaciones con empresas instaladoras habilitadas.