Hoy en día, la mayoría de nuestras actividades están muy ligadas al movimiento. Necesitamos desplazarnos para ir al trabajo, al colegio, al médico, al gimnasio, a hacer la compra, al cine… Además, las ciudades se expanden territorialmente y para acceder a estos servicios los trayectos son cada vez más largos.
Estos desplazamientos, obligados o no, nos hacen depender de medios de transporte como el coche, la moto, el autobús, el tren, el metro… y de todos ellos el vehículo privado es que el que mayor autonomía y comodidad parece ofrecernos. De hecho, desde su invención, siempre se ha considerado un símbolo de libertad y status, lo que ha llevado a que muchas personas tengan coche o deseen tenerlo y a que nuestras calles estén inundadas de automóviles.
Esta cultura del coche tiene múltiples consecuencias. Algunas son muy claras y no requieren de ninguna explicación: atascos, pérdida de tiempo y dinero, contaminación, accidentes, sensación de que la ciudad es un lugar incómodo para vivir…
Pero existen otros impactos económicos, sociales y ambientales menos visibles que es necesario conocer: la dependencia del petróleo, un recurso no renovable que cada vez es más caro y que está próximo a agotarse; el efecto negativo de la contaminación atmosférica en la salud de las personas y del planeta, los enormes costes de infraestructuras destinadas al tránsito de transportes motorizados, la pérdida de espacio urbano y de calidad de vida, el desplazamiento del peatón y la desigualdad social son parte de la factura que estamos pagando.
Esta publicación ofrece información acerca de todos estos temas, con el objetivo de dar a conocer a los ciudadanos el modelo actual de movilidad, y de presentar soluciones y propuestas de mejora que se están desarrollando dentro y fuera de nuestro territorio. Porque saber cómo nos movemos y reflexionar sobre sus consecuencias es el primer paso para poder opinar, decidir y actuar de modo responsable. Esta publicación ha sido realizada por iniciativa de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda y la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid.
En la mayoría de nuestros actos cotidianos consumimos energía. Por eso, es básico que conozcamos mejor cómo se produce, por qué debemos ahorrar y cómo podemos hacerlo.
Para producir energía se utilizan, sobre todo, combustibles fósiles (carbón, petróleo, etc.) que son escasos, no renovables y muy contaminantes. Emiten CO2, un gas de efecto invernadero involucrado en el cambio climático.
Pero, los residuos no son “basura”. De hecho, reciclar es una de las maneras más eficaces de ahorrar energía. Eso es lo que conseguimos cuando depositamos los envases en la bolsa amarilla, o el periódico en el contenedor de papel.
La Comunidad de Madrid te enseña a gestionar bien los residuos en casa, ya que es positivo para todos y ayuda a frenar los impactos negativos en la salud ambiental de nuestro planeta.
Imagina una casa en la que, con una simple llamada telefónica, se puedan encender o apagar las luces o la calefacción. En la que, para ver una película, baste con pulsar un botón y las persianas se bajen, se reduzca la intensidad de la luz y se despliegue una pantalla de cine. Una casa en la que el agua de la ducha salga, desde la primera gota, a la temperatura preferida de cada uno, la lavadora entre sola en funcionamiento, aprovechando las horas en las que el precio de la energía es menor, y que avise al móvil si se produce un escape de gas.
La Comunidad de Madrid promueve el uso de la domótica, ya que presenta muchas ventajas. Desde luego hace los hogares mucho más confortables y seguros pero, sobre todo, permite gestionar muy eficientemente el uso de la energía y ayuda a ahorrar agua, electricidad y combustibles.
Los animales son expertos en el arte de gestionar la energía. Saben utilizar los recursos que les ofrece la naturaleza de un modo eficaz y respetuoso con el medio ambiente.
Utilizan estrategias energéticas de lo más variadas y con ellas logran los máximos beneficios con el mínimo gasto. Conociendo mejor a los animales podemos aprender cómo ahorrar energía y utilizarla mejor.
La Comunidad de Madrid promueve el uso de nuevas fuentes de energía y desarrolla programas para fomentar el ahorro y la eficiencia energética.
EL SOL
La radiación solar tiene su origen en el Sol, una de las más de 135.000 millones de estrellas de la Vía Láctea. El Sol es un inmenso reactor de fusión termonuclear que quema cada segundo 600.000.000 toneladas de hidrógeno a 20 millones de grados Kelvin, irradiando una cantidad de energía equivalente a 3,7 x 1.023 kW, lo que representa 64.070 kW por m2 de superficie solar.
ENERGÍA SOLAR PARA LA GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD
La obtención directa de electricidad a partir de la luz se conoce con el nombre de efecto fotovoltaico. La existencia de este fenómeno fue puesta de manifiesto por el físico Antoine Becquerel, en el año 1839. Para conseguirlo, se requiere un material que absorba la luz del Sol y sea capaz de transformar la energía radiante absorbida en energía eléctrica, justo lo que son capaces de hacer las células fotovoltaicas.
HIDRÓGENO, ¿EL SUSTITUTO DEL PETRÓLEO?
«Sí, amigos míos, creo que algún día se empleará el agua como combustible, que el hidrógeno y el oxígeno de los que está formada, usados por separado o de forma conjunta, proporcionarán una fuente inagotable de luz y calor, de una intensidad de la que el carbón no es capaz […] El agua será el carbón del futuro» Julio Verne, “La isla misteriosa” (1874)
El agua es un elemento básico para la vida y un recurso que, a lo largo de la historia, ha determinado el desarrollo humano. Necesitamos agua para beber, agua para la agricultura que nos proporciona alimentos y agua para la práctica totalidad de los procesos productivos. También para la obtención de energía.
Con los Cuadernos escolares se pretende que los estudiantes conozcan cómo ahorrar energía en todo lo que supone sus actividades diarias, para que puedan colaborar en el ahorro y en el uso más eficiente de la misma, pilares fundamentales de la estrategia de ahorro y eficiencia energética de la Comunidad de Madrid
EL VIENTO, MOTOR DE LA ENERGÍA EÓLICA
Como la mayoría de las energías renovables, la eólica tiene su origen en el sol. Éste es el responsable de que se produzca el viento, el recurso energético utilizado por esta fuente de energía. Pero, ¿cuál es el origen del viento?